 
              
                          
                 
              
                          
                 
              
                          
                 
              
                          
                 
              
                          
                 
              
                          
                 
              
                          
                 
              
                          
                 
              
                       
          
                  
             
          
                  
             
          
                  
             
          
                  
             
          
                  
             
          
                  
             
          
                  
             
          
                
       
        
              
           
        
              
           
        
      
      
    
    
    
    
      
Dos años fue el tiempo que Tato Giovannoni dedicó a su nueva creación: el vermú Giovannoni.
El vermú evoca a aquellos inmigrantes que, desde Europa, cruzaban el Atlántico y llegaban a la Argentina cargando sueños y una botella de vino macerado en hierbas, como un abrazo a lo familiar.
Tato Giovannoni se propuso resignificar ese aperitivo. Recurrió al prestigioso enólogo Matías Michelini para que le proporcione el vino base para sus dos variedades de vermú: eligió el Torrontés Brutal para el Dry, que me macera con 18 variedades de hierbas; y un Malbec para el Rosso, en el que se utilizan 14 botánicas.
*La imagen de la botella es ilustrativa, puede variar según la disponibilidad existente.

 
         
     
     
    